El Islam

 

Para nosotros el asunto está muy claro. Las tradiciones islámicas nos merecen respeto cuando se practican en el ámbito cultural y racial donde se han consolidado con los siglos. El mundo árabe (y por extensión el musulmán) posee grandes valores espirituales, pero estos valores son inexportables fuera del componente humano y cultural que, desde largo tiempo, ha bebido de las fuentes coránicas. En Europa jamás toleraremos un senado de ulemas o ayatholás mesiánicos que nos digan por toda explicación “es la voluntad de Alá”. Nosotros somos hijos de la tradición grecorromana, de la cristiandad medieval y del humanismo renacentista. El espíritu europeo está formado en la investigación científica y en la superación de las dificultades mediante la acción.

 

 Nuestra cultura, nuestras raíces, nuestra trayectoria civilizadora, siempre ha chocado contra el oscurantismo de los inquisidores y las moralinas de los “profetas”. Respetar las costumbres musulmanas, reconociendo sus aspectos positivos, no significa que comulguemos con ellas, aunque tengan valores dignos de tener en cuenta y hasta de emular, pero cada pueblo y cada raza posee sus cualidades expresadas en sus mitos y en su trayectoria histórica y Europa está orgullosa de la suya.

 

 En resumen, el Islam es ciertamente el único bloque geopolítico de oposición real al Sistema sionista, por lo que, pragmática y políticamente debemos verlo hoy como un aliado al que hay que tratar con simpatía pero con prudencia. Tenemos un enemigo común y por esto, solo por esto, los musulmanes son compañeros circunstanciales de batalla. No menos, pero tampoco más.

 

 Respecto a los acontecimientos en E.E.U.U., algunos camaradas manifiestan su alegría por los atentados. Nosotros, pasada la primera euforia al comprobar que los gendarmes del Sionismo no son intocables, no podemos ni debemos alegrarnos de la muerte de seres, en su mayor parte inocentes, a pesar de Dresde, Hiroshima y un largo etcétera y como guerreros que somos, aunque comprendemos los motivos de esos otros guerreros suicidas, no podemos justificarlos ni desde nuestro estilo ni desde nuestra ética.

 

 Por otra parte, la causa palestina y árabe en general, nos sitúa a su favor por nuestro gran sentido de la justicia, por nuestro humanismo y porque es un dedo en el ojo de Israel, pero no debemos nunca olvidar que esos árabes son tan musulmanes como los que invaden nuestras costas. Sepamos mantener una postura política ambivalente, apoyando la causa árabe en el marco geopolítico general y explotar al mismo tiempo el sentimiento de temor al musulmán inmigrante que este acontecimiento ha generado en nuestro pueblo.

 

 Por último, la postura oficial es que en esta lucha nuestro sitio está junto a Europa, junto a Occidente, pero no para luchar por los Estados Judíos de América ni mucho menos aún por el estado pirata de Israel (culpable último de todo este drama), sino para luchar por nuestra raza, nuestra cultura, nuestro suelo, nuestras familias y nuestros camaradas.

                                                 PARTIDO NACIONAL DEMOCRATA

EUROPA ANTE TODO

Comentarios

Entradas populares de este blog

SOBRE LOS INDULTOS UN POCO DE LITERATURA

El Engaño del I.V.A.

NS