CUENTO
Erase en un país lejano una minoría extranjera que fastidiaba continuamente al pueblo, y se decidió expulsarlos.
Se les obligaría a ‘integrarse’, se les quitaría sus haciendas adquiridas con trampas, se les destruiría sus centros religiosos extraños y si se resistían serían condenados a muerte.
Reunidos los dirigentes de esa comunidad extrajera tomaron esta decisión:
⦁ Se integrarían oficialmente de forma externa pues no quedaba más remedio.
⦁ Si les quitaban sus haciendas, enseñarían a sus hijos a ser mercaderes sin escrúpulos para recuperarlas con creces.
⦁ Si se destruyen sus centros de religión, harían de sus hijos miembros importantes de la religión oficial y la deformarían de tal forma que fuera como la suya.
⦁ Si sufrían vejaciones, harían de sus hijos abogados sobre los temas del gobierno para vejar a los demás.
⦁ Y si matan a alguno de nosotros, haremos de nuestros hijos de industrias farmacéuticas que mataran aun más de los demás legalmente.
Así lo hicieron y prosperaron aún más que antes.
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