LA MUJER EN EL III REICH. Por Gertrud Scholtz-Klink

 ES UN LIBRO DE CONSULTA, MAS DE 400 PAGINAS, ES DENSO Y SU LECTURA NO ES DIVERTIDA, ES PARA CONSULTAR
EDITADO EN ARGENTINA, HAY MUY POCOS EJEMPLARES.

Este libro es esencial para fundamentar dos temas:
- Exponer el papel de la mujer en la lucha nacionalsocialista del III Reich, que es muy poco conocido. Ya es poco conocida la labor socialista del Reich en general, pero en el caso de la participación femenina el desconocimiento es aún mayor.
- Acabar con la propaganda del sistema basada en que la mujer no importaba en el Reich, que solo era considerada como madre, que no tuvo papel alguno importante, en fin, que el ‘machismo’ era la normal obligada del Nacionalsocialismo.
El presente libro es, en buena medida, una recopilación de textos, tanto oficiales como privados, redactados en diferentes momentos durante el gobierno nacionalsocialista en Alemania.
Parte fue escrito por Gertrud Scholtz-Klink tras 1945, lo que le da más valor al hacerlo en las peores condiciones de persecución y censura.

Partimos ya de que la autora, Gertrud Scholtz-Klink, que fue Reichsfrauenführerin, o sea el mando superior de las mujeres del Reich, es totalmente desconocida entre los propios Nacionalsocialistas actuales, casi siempre solo interesados en la parte militar, los mandos en la guerra o las SS, etc. y poco más, incluso el Dr. Ley es poco conocido pese a su enorme importancia, por tratarse de su acción socialista en el Frente del Trabajo.
Por ello el Capítulo 2 (‘Mi carrera Política’) es esencial para conocer a la autora y su labor. Luchadora desde el inicio, su marido ya era del NSDAP tras regresar de la I Guerra Mundial, murió de un ataque cardiaco en un acto electoral de 1930.
Su idea esencial es que la mujer no solo tenía ‘Derecho’ a trabajar para el pueblo sino que ese era también un ‘Deber’. Como veremos la labor de la mujer no era algo ‘concedido’ sino un deber esencial.
Ayudar al pueblo, compartir trabajo y esfuerzo con los hombres, no hay lucha de sexos ni enfrentamientos, sino unión de todo el pueblo.
Fue una luchadora constante, siempre fiel, incluso tras 1945, cuando la condenaron en proceso de ‘des nazificación’ a 18 meses en una prisión militar francesa, tras 6 meses por los caminos a la búsqueda de sus hijos, en medio de campos de acogida rusos.
Además se la prohibió todo cargo público, no tener derecho a pensión, ni voto, ni actuar en política, “ni ser miembro de ningún sindicato ni de ninguna asociación profesional o económica, ni trabajar de manera autónoma en una profesión liberal, en una firma o empresa industrial de cualquier tipo, tener participación en ellas o ejercer la dirección o el control sobe ellas; tener un cargo directivo en una profesión dirigida por terceros; trabajar como profesora, educadora, predicadora, editora, redactora, escritora o locutora radiofónica”.
Aun así este libro está escrito por ella en 1978, pese a la represión, y pretendía dar a conocer la lucha de millones de mujeres por el Pueblo Alemán durante el III Reich.
Como dice ella misma: “Nosotras teníamos nuestro propio gallardete, nuestra propia insignia con el lema: «El trabajo para tu pueblo te ennoblece».
Eso es el contenido de este libro: el Trabajo de la mujer Nacionalsocialista por su Pueblo.

La Fundación del NS-Frauenschaft en 1931

Ya en los primeros años de lucha se integraron muchas mujeres en el NSDAP, y ayudaron de forma decisiva a los hombres en la lucha violenta que aquellos años requirió debido a los ataques continuos de los comunistas.
No solo supieron animar a sus maridos o hijos, pese al peligro, en vez de recriminarles o asustarlos, sino que ellas fueron los elementos esenciales en la ayuda a las necesidades familiares de otros camaradas, especialmente de aquellos que por razones políticas habían perdido su trabajo.
Fueron además las más fieles en los momentos de divisiones o problemas. Así como dice el propio Hitler en ‘Mi Lucha’: «Cuando, tras trece meses de presidio, salí de prisión, cuando el Partido estaba destrozado, allí permanecían esencialmente las mujeres camaradas, que habían mantenido el movimiento”.
Curiosamente algo similar pasó en Cedade, y luego en Devenir Europeo.
Las camaradas de Cedade fueron mucho más fieles que otros camaradas, se mantuvieron más en lucha sin caer en oportunismos politiqueros, ni estafas ni robos. Trabajaron sin esperar más que cumplir el deber.
Y cuando nos procesaron en CEI, fuimos chicas las primeras en ofrecernos a dar el nombre para legalizar un nuevo medio de lucha pese al peligro de ser procesadas.
La NS-Frauenschaft fue la única organización femenina oficial del Partido, y efectuó una enorme cantidad de labores que podemos leer en este libro, un trabajo único que ninguna organización femenina democrática-progresistas ha llevado a cabo pese a tanto ‘feminismo’ de pacotilla.
“Nuestra justificación y nuestro orgullo es, en todo caso, que los escasos seis años de pacífica creación en común hasta 1939 fueron suficientes para crear una organización femenina que hasta el trágico final de 1945 pudo realizar todas, absolutamente todas, las labores que le fueron encomendadas”.

La labor realizada

Nada es más fácil que decir cosas, lo difícil es demostrar lo que se dice, que sea realidad.
Cuando digo que la mujer Nacionalsocialista realizó unas tareas más importantes y más duras que todas las realizadas por el feminismo actual, hay que probarlo, y para ello los detallados Capitulo 4, 5, 6 y 7 nos da los datos con precisión.
Luego el capítulo 8 detalla su aportación al esfuerzo militar.

El Capítulo 4 es el más largo y esencial, pues da los Informes detallados de todas las actividades de las secciones principales del NS-Frauenschaft, mostrando no solo el trabajo enorme realizado sino, y es lo más importante, el espíritu comunitario que los animaba.
Esto es lo que ya de por sí diferencia totalmente la lucha de la mujer nacionalsocialista de las actuales politiqueras, que no trabajan sino que solo protestan.
La labor era por la comunidad popular, no por ‘derechos’ sino como un ‘deber’ socialista.
Hay muchos ejemplos de ello en este texto, pongamos solo algunos de los que hoy ya no existen pese a tanta demagogia feminista actual:
- La ayuda vecinal, base de todo. En cada grupo de casas había una ayuda voluntaria a los vecinos, mujeres u hombres, que necesitaban ayuda personal, compañía, cuidados y simpatía. No hablamos de apoyos económicos o del Estado, sino de los vecinos a personas que necesitan a veces más el calor de la compañía y ayuda personal que de servicios sociales oficiales.
- Ayuda a la mujer campesina: Durante la temporada de recogida o de trabajo intenso, en el pequeño campesinado, la ayuda a cuidar de los hijos o en trabajos de apoyo permitían a las familias campesinas un descanso y no estar agobiadas. Pensemos que en 1940 actuaban en estas ayudas 120.000 mujeres.
- En el relevo en las fábricas y las familias, para permitir un periodo vacacional a una madre con hijos pequeños. Si no bastaba el tiempo oficial de vacaciones, o si el cuidado de los hijos pequeños no permitía a la pareja unas vacaciones solos tranquilas, mujeres voluntarias se ocupaban de los niños o de reemplazar en las fábricas unos días a las trabajadoras.

El Capítulo 5 es aún más significativo de la diferencia con el mundo egoísta e individualista actual: La actuación del Frente del Trabajo (DAF) y la mujer en el Trabajo comunitario.
Cuando hoy en día las propias izquierdas y feministas no quieren un año de trabajo comunitario, no desean trabajar para la comunidad sin sueldo, solo quieren dinero e individualismo, en el Reich el trabajo de un año para la comunidad era no solo un Deber sino una actuación popular y socialista perfectamente comprendida.
Trabajos para el bien común, nunca en temas rentables donde era posible contratar a personas.
Si las leyes para la protección de la madre trabajadora en el Reich fueron las primeras del mundo, además de la Ley estaba la ayuda de la comunidad voluntaria para cuidar niños pequeños o ayudar a madres enfermas, ancianos, etc.
Hoy solo se quiere hacer todo pagando y así no funciona, hay muchos casos en que se precisa la ayuda personal.
La limpieza de mares, campos y ciudades no solo es una cuestión de Equipos de Limpieza profesionales, sino que muchas veces es precisa la ayuda del trabajo voluntario allá donde no llega del todo la labor profesional.

Otra diferencia esencial, que hoy generaría rechazo entre el progresismo, se detalla en el Capítulo 6, donde se muestra el trabajo de estudiantes, profesoras, investigadoras y universitarias, que junto a los hombres de igual puesto, debían dedicar un tiempo a trabajos manuales, a conocer las fábricas y campesinado, compenetrarse con los obreros y endurecerse en el trabajo del campo.
De la misma forma que se daban cursos y grupos de educación cultural a los obreros y campesinos, los estudiantes debían trabajar cortos tiempos en las fábricas y con el campesinado.

En el Capítulo 7 se detalla un tema también muy especial del mundo NS y la mujer: La economía doméstica: Una necesidad comunitaria realizada por el Reichsnährstand.
Se trataba de que el consumo en el hogar fuera compatible con las posibilidades económicas del país, aprovechar los productos del campo de cada estación, evitar malgastos y compras no necesarias de productos importados, reutilización de productos y eliminación de residuos.
Cuando hoy estos temas se dejan a mera propaganda oficial, en el NS se ocupaban muy seriamente de ello, no solo con educación sino con trabajo de control y planificación. El bien común era anterior a los lujos y deseos personales.

La mujer NS en la guerra

La posición el Nacionalsocialismo fue siempre evitar la participación de la mujer en el enfrentamiento físico, tanto en la etapa de la lucha por el poder como en la guerra.
Pero eso no significó que no hubiera millones de mujeres en temas militares, no directamente del frente.
La Defensa Aérea fue la primera zona donde la mujer ocupó casi todos los puestos de combate. Pero en todo tipo de trabajos militares de comunicaciones, administración, gestión de armamento, sanidad y cuidado de heridos, etc. fueron esenciales.
Gertrud Scholtz-Klink se opuso a un intento de crear batallones de mujeres en el frente en las etapas finales de la guerra. Y no se llevó a cabo, el propio Hitler se opuso a ello.
En los capítulos 8 y 10 se detallan sus labores en la guerra.

Notas de la Edición:

Hay algunos temas que no son fácilmente comprensibles si uno no se pone en la fecha de los años 30’s, y en especial en la Alemania de 1933.
Un ejemplo es la primacía legal del empleo masculino en 1933, no se trata de machismo sino de solucionar un problema de 6 millones de parados, con familias enteras sin un solo sueldo. La idea era dar primero un sueldo a cada familia. Por supuesto si era la mujer el único sueldo no había problema pero si ya había el sueldo del marido, la mujer debía dejar paso a otras familias antes que tener dos sueldos por familia.
Por supuesto en 1935, acabado ya el paro, esto ya no tuvo validez, y millones de familias tenían a ambos conyugues trabajando.

Otra cuestión es la realidad de que la mayoría de mandos del Reich fueron hombres. Esto tenía dos razones puramente temporales, no de validez ideológica en absoluto.
Primero hay que entender la razón por la que la mujer no estaba antes de 1933 presente en los mandos del Partido NSDAP, la lucha por el poder sufrió tremendos ataques violentos del comunismo, prisión a muchos por la democracia, y era preciso que la mujer no fuera atacada ni detenida, para mantener la familia en orden.
En 1933 la situación de enfrentamiento de la URSS y del capitalismo contra el Reich era evidente, y Hitler temía una posibilidad de enfrentamientos, por lo que mantuvo la idea de hombres en la dirección.
Sin duda en una situación de paz estable todo ello no tendría sentido.

Por último está la discutida prohibición de ciertos trabajos a las mujeres. Especialmente los que exigen duros esfuerzos o pueden dar problemas de salud como la minería en aquellos tiempos.
Hay un tema muy curioso al evitar a la mujer el trabajo de abogado penalista. Esto parece absurdo, y estaba previsto acabar con esa cuestión cuando se reformase la ley penal.
La base era que antes del Reich el abogado penalista mentía de forma continua y premeditada siempre. La defensa era utilizar la mentira de forma legal. Incluso los acusadores privados usaban la mentira siempre.
La idea era cambiar el sistema de forma que ni defensa ni acusación pudieran mentir de forma consciente. Mientras ese cambio no de diera se quiso evitar a la mujer tener que mentir deliberadamente.

Documentos políticos de Gertrud Scholtz-Klink

Son esenciales, pues no tratan ya de hechos sino de las ideas que sustentan luego los hechos.
Son esenciales los discursos de la Reichsfrauenführerin Gertrud Scholtz-Klink de los años 1933, 1934, 1935, 1936, 1937, 1938 y 1940.
Documentos muy poco conocidos y difíciles de encontrar en castellano.
Reflejan perfectamente la visión de Cosmovisión que animaba todo, no era política, era una Visión del Mundo absolutamente distinta a la actual.

Y luego está el precioso documento del Epílogo escrito por Gertrud Scholtz-Klink en 1978, en la dictadura sionista alemana, o sea con mucho cuidado para ser legal.
Allí trata de expresar su fidelidad al Nacionalsocialismo de forma delicada y con cuidado para evitar la censura y la persecución.
Ni siquiera calla el tema judío:
“La culpa que carga con mayor peso sobre el gobierno de ese periodo –la cuestión judía– jamás habría llegado sin la guerra al estado de cosas en el que está hoy. Porque junto a todo personal modo de obrar de Adolf Hitler o de sus más cercanos colaboradores sobre esa cuestión, un desarrollo calmado de los objetivos de política interior, circunscritos a nuestra propia patria, habría establecido los fundamentos para un tratamiento razonable de ese tema.
El punto de partida original de Adolf Hitler: emplazar a hombres de nuestra misma pertenencia étnica en los puestos esenciales del gobierno del pueblo alemán, ha resultado ser, por ejemplo, precisamente en el nuevo estado de Israel algo lógico”.

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