De la nación estado a la nación burdel
Una de las más “sabias” formas que tienen los demócratas para ejercer un control mental sobre la ciudadanía es darle libertades que no liberan, para embrutecerla. Lo que vemos hoy en día no es una novedad, según nos relata Etienne de La Boetie en sus Discursos de la Servidumbre Voluntaria; en realidad es un viejo método que ya aplicaba Ciro a los lidios después que conquistó Sardis, su principal ciudad. Poco después esta ciudad se rebela, pero no queriendo pasarla a saco ni tener que mantener una fuerte guarnición, se hizo con un nuevo método: estableció burdeles, tabernas y juegos públicos, y publicó una disposición para que los de Sardis participasen. La guarnición persa a partir de ahí jamás tuvo problemas.
Nos dice el citado autor que todos los tiranos no han manifestado expresamente que quisiesen afeminar a sus sujetos, pero el espíritu de sus leyes si nos indica esta intención. Se podrá decir que hoy no hay tiranos, que estamos en democracia y que gozamos de muchísimas libertades. Todo mentira, su sistema no tiene, salvo el nombre, nada de democracia. La llamada “sociedad permisiva” cumple el mismo papel que las disposiciones de Ciro. El masón Montesquieu, autor de El Espíritu de las Leyes, nos indicaba que precisamente en los harenes se daban, entre sus dueños, unos hábitos sexuales indignos para la condición viril de un hombre.
Los que nos han impuesto este sistema por conspiración y golpe de Estado lo saben muy bien; los dos autores citados así como Aldous Huxley, el autor de Un Mundo Feliz, dando un relato donde se tiene a la población controlada por la droga llamada Soma, son gente afín o muy afín al actual Sistema Político que detenta el poder en Occidente; de ellos y de otros toman inspiración para incrementar el sometimiento de la ciudadanía.
Otra de las tácticas es señalar como reprimidos a todos los que ellos quieren rebajar a la condición de animal. Si se considera bien este término se verá que más bien lo contrario, para recuperar la dignidad humana hay que reprimirse en muchas ocasiones y quienes mejor lo consiguen antes se libran de la indignidad y del deshonor. Véase sino el caso de un alcohólico, si quiere regenerarse tendrá que tener bien claro que no podrá beber jamás, ni siquiera el más ínfimo sorbo de alcohol, es decir, tendrá que reprimirse o ser un reprimido en ese ámbito. Lo mismo podemos decir para los drogadictos, los ludópatas, cleptómanos y los depravados sexuales, por la represión pueden recuperar la condición de seres dignos.
Las cárceles están llenas de gentes que no se han sabido reprimir, una discusión violenta dando una acción no controlada. Una contestación impulsiva a un jefe que puede costarle el empleo en un momento inoportuno; mujeres que traen hijos naturales por no saber reprimirse, etc.
Un ejército funciona tanto mejor cuanto mayor control ejercen sobre sus soldados, si se logra reprimir su miedo al recibir la orden de tomar una posición, si se reprime la indisciplina, las murmuraciones, etc., se consigue un ejército aguerrido y a tener en cuenta.
Los tiranos saben todo esto y lo atacan, ellos no quieren una “Nación Estado“, quieren una “Nación Burdel” como paso previo para crear el Gobierno Mundial. Por eso hablan tanto de libertad, por eso ponen tanto énfasis en la palabra reprimido, dándole una connotación despectiva al igual que a otras para tener a la defensiva a sus oponentes. Ellos no quieren en modo alguno la libertad para el pueblo o, ¿acaso se la han dado para que pueda elegir el sistema político? Sólo se pueden elegir los partidos capitalizados por propaganda multimillonaria. Si hay una competición de cien metros lisos y varios atletas se sitúan 40 metros delante del resto, ¿quién llamaría a esto una competición? Ésta es su forma de actuar, este es el espíritu de sus leyes.
Tienen miedo a la libertad. Quieren gobernar sobre zombies. Hay que imponernos la sociedad multirracial, acabar con el sentimiento patrio, mulatizarnos, corrompernos, degradarnos con la “sociedad permisiva“. Quién tolera fomenta. Observad su pauta de comportamiento, es la misma de los antiguos tiranos del mundo antiguo, el mismo afán embrutecedor, sólo que dirigidos esta vez por unas mentes más perversas, por una raza con unas ansias mesiánicas y tan patológicas como destructoras, servidas por unos lacayos ocultistas.
¡Tengamos conciencia de esto y actuemos en consecuencia para recuperar la dignidad y la libertad!
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